¡Amantes de la naturaleza, bienvenidos a los apartamentos en medio de Bovec!

Con nosotros descansarás después de muchas actividades y te sentirás como en casa.

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En el corazón de Bovec

El camino a Bovec en sí es hermoso, rodeado por las pintorescas montañas de los Alpes Julianos en medio del Parque Nacional Triglav y adornado por el río verde esmeralda Soča. Puede caminar hasta el centro (2 minutos a pie), mientras su automóvil lo estará esperando de manera segura en nuestro estacionamiento. En las inmediaciones se encuentran una panadería, tienda, restaurantes y bares, así como un punto de partida para todas las actividades.
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Excelente infraestructura

Ofrecemos una estación de carga eléctrica para sus vehículos eléctricos, y también puede guardar bicicletas y equipos de esquí en nuestra sala de almacenamiento.

También estamos preparando una sauna, que estará disponible en los meses de invierno.

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Bovec - valle de adrenalina

Bovec es un paraíso para los deportes de adrenalina, como rafting, barranquismo en el río Soča, parapente, tirolesa, paracaidismo, escalada. Así como otras menos adrenalínicas, como el senderismo, el montañismo, la bicicleta, el kayak y el piragüismo, la pesca y, en invierno, el esquí, el esquí de travesía y las raquetas de nieve.

Fomentamos lo casero

En medio de la naturaleza virgen debajo de Triglav, en el área central del Parque Nacional de Triglav, se encuentra la granja y la fábrica de queso de la familia Vertelj. Nuestras ovejas pastan en los pastos más altos de la montaña, bajo las majestuosas montañas, que dan leche para la elaboración del auténtico queso de oveja y requesón. El queso de oveja y el requesón se elaboran de forma artesanal, tal y como se producía en estos lugares por generaciones anteriores.

La granja cerca de Lepočer tiene sus raíces al menos en el siglo XVIII. El conocimiento de la ganadería ovina y la tecnología de producción de queso y cuajada se transmitía de generación en generación a través de la tradición oral. Ahora tenemos 50 ovejas lecheras en la granja. Las ovejas ya paren en enero para que podamos empezar a producir queso a mediados de marzo. Los corderos los vendemos para Semana Santa, dejando el resto para uso doméstico. La finca se encuentra a 1000 metros sobre el nivel del mar, donde el pasto le da a los quesos de leche y requesón un sabor y aroma especial.


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